El corazón revolucionario del mundo o Los confidentes… (¿para regalo?)

UNA LECTURA PARTICULAR DE SUPLEMENTOS LITERARIOS
(Y en llegando Navidad, libros para regalar…)
Largas listas de libros, por géneros, por edades, o por nacionalidad de la obra, se publican este mes en los suplementos culturales que frecuentamos en El Patio para hacer este particular resumen. “100 libros para regalar y acertar”, titula su lista El Cultural. “Lecturas para regalar esta Navidad”, dice en el suyo La Lectura para anunciar su selección. Y entre lista y lista, inserciones publicitarias de editoriales y centros comerciales a modo de guía complementaria para el comprador. La lista de La Lectura la firma –para nuestra sorpresa, pues no es frecuente– uno de sus críticos, y en ella, propone en lo más alto de la lista de novelas en español las últimas de Pérez-Reverte y María Dueñas, seguidas de “Vera. Una historia de amor / Cuando el viento hable, de Juan del Val y Ángela Banzas”, que son dos novelas, la ganadora y la finalista del premio Planeta, y que se venden en un Estuche Premio Planeta 2025. 360 páginas cada uno (¡que ya es coincidir!), al precio de xx,xx €. (¡Un dos por una! Y llévese el estuche).
Apostemos por una lista diferente, desordenada en este caso, mezclada por lenguas, orígenes, géneros, una lista que podemos elaborar cada uno, pidiendo consejo al librero del barrio, o familiares y amigos lectores. O, por ejemplo, leyendo la revisión que Abc Cultural se ha propuesto, en su última entrega, de la cultura en este primer cuarto del siglo XXI en sus distintas manifestaciones: literatura, teatro, artes plásticas, música, etc.
Nos quedamos con la primera de las artes seleccionadas, la literatura. Firma el reportaje ad hoc Bruno Pardo Porto para el que ha consultado a veinticinco personas relacionadas con el mundo del libro, autores, editores, críticos, agentes literarios y lectores sobre “qué es lo más importante que ha sucedido en estos veinticinco años en la literatura”. Se les pedía “destacar un escritor, un libro y una tendencia o fenómeno o corriente que hubieran marcado este tiempo, en España o el mundo”. Pues bien, “la mayoría de los encuestados coinciden en que este tiempo lo ha marcado la narrativa de no ficción, con sus diversos nombres y matices: autoficción, autofiguración, escritura del yo, literatura de la memoria, novela sin ficción, literatura documental, crónica novelada, no ficción literaria, etcétera”.

Cita el periodista al escritor francés Eric Vuillard, (a quien también entrevistan esta semana en Babelia), y su pronóstico de que puede ser que la imaginación ya no baste, o se busque en la lectura “no tanto la evasión (hay formas mucho más eficientes de matar el tiempo) como el acercamiento a la realidad o el conocimiento. Que esto ocurra en los tiempos de la posverdad y las realidades alternativas y los bulos es una feliz paradoja”. A la hora de dar nombres, el francés tira para casa: “tenemos a Emmanuel Carrère (se citan sus novelas El adversario y Limónov), y también a Annie Ernaux, que recibió el Nobel de Literatura en 2022 y consagró este género íntimo”. La editora de Anagrama, Silvia Sesé dice Ernaux que “ha convertido la escritura del yo en una herramienta política, social y estética”.
En el mundo anglosajón, el tótem es Joan Didion, escribe Pardo Porto citando al crítico y escritor Rodrigo Fresán, quien señala como títulos fundamentales El año del pensamiento mágico y Noches azules.
Por su parte, Luis Solano, editor de Libros del Asteroide, cita también El año del pensamiento mágico como lo más destacado del siglo, y apunta que esta obra “explica la irrupción de lo femenino, tanto en número de autoras como en la atención crítica a la mirada femenina sobre la realidad”.
Sebald, el maestro que abrió caminos

El colombiano Juan Gabriel Vásquez escoge como destacado referente del género a W. G. Sebald y su novela Austerlitz, de la que afirma: “Su mezcla extraña de relato documental, crónica personal e investigación sobre las vidas ajenas representó un descubrimiento para los novelistas del siglo XXI, y abrió caminos por los que han pasado muchas de las grandes novelas de los últimos años”.
Este género de la autoficción tiene sus detractores, como señala para el reportaje el crítico y escritor Alberto Olmos, pues a su juicio “ha provocado un aluvión de egotismo e ignorancia sobre las herramientas y servidumbres de escribir una novela digna de tal nombre”, aunque en paralelo defiende que “ha abierto el espacio simbólico de la literatura española a testimonios inspirados que lo enriquecen y animan”, y cita para ilustrarlo novelas como Pipas, de Esther Calderón, Feria, de Ana Iris Simón, Dietario voluble, de Enrique Vila-Matas, o Lo que a nadie importa, de Sergio del Molino.

El reportaje es amplio y recomendable. Aborda, además de la autoficción, otras perspectivas desde las que mirar la evolución de la literatura en estos últimos 25 años, que sobrepasan las pretensiones de este resumen. Pero hay un fenómeno que sí queremos señalar: “la irrupción brutal de la literatura de los países del Este de Europa”. László Krasznahorkai, Olga Tokarczuk, Mircea Cartarescu, Gueorgui Gospodínov, Péter Nádas, Dubravka Ugresic, Andrey Kurkov, Ana Blandiana o Ludmila Ulítskaya son algunos de estos escritores a tener en cuenta se si han decidido a hacer su propia lista, no les defraudarán.
Los confidentes que actuaron en el Este
Ambientada precisamente en la aún cercana realidad del Este europeo, cuando todavía un muro lo separaba del Oeste, llega la novela de Charlotte Gneuss Los confidentes a las librerías españolas. “Aquel viejo y terrible mundo de la guerra fría y las dos Alemanias continúa siendo fuente de inspiración para los escritores”, dice en su reseña del libro Ernesto Calabuig en El Cultural, y cita como ejemplos a Christa Wolf y su novela El cielo dividido o películas como La vida de los otros, en las que se retrató “en qué consistía vivir bajo la extrema vigilancia de un Estado que desconfiaba de sus ciudadanos”.

En Los confidentes, Charlotte Gneuss indaga en aquel viejo mundo. Ambientada en los años setenta del pasado siglo –resume Calabuig–, nos cuenta la red familiar, escolar y social de una chica de dieciséis años, Karin, cuyo novio de diecisiete, su primer amor, trabajador de las minas, escapa sin previo aviso con su motocicleta en busca del mundo libre. “Karin vive con sus padres, la abuela (de claro pasado filonazi) y una hermanita pequeña. Su colegio es una típica escuela de aquel país, plena de lemas anticapitalistas y de patriotismo, de orgullo por la Juventud Libre Alemana y por la riqueza de sus recursos naturales. Allí las profesoras escriben en la pizarra frases como `Sembramos y cosechamos por el bien del socialismo”.
Los confidentes, leemos en la reseña, es un hermoso y preciso retrato de aquella época. Dosifica los secretos y los equívocos para cautivar al lector en torno al misterio de la desaparición del joven Paul Forster. Conocemos personajes como el “inquietante e introvertido amigo, Rühle”, que en principio acompañó a Paul en la peligrosa aventura de la frontera checa, y a esa “gran y enigmática figura, la del agente de la Seguridad del Estado Wickwalz, tan profesional como paternal y humano”. Además de todo un tejido familiar de relaciones, en su cotidianidad, en sus secretos del pasado, el entramado de la vida escolar y de las amistades, el día a día de esa población oprimida y cautiva de tanta propaganda, la paranoia ante los enemigos internos y externos… quedan magistralmente definidos.
Para escribir esta novela sobre una época que no conoció, la autora, como reconoce en su epílogo, recibió la notable ayuda de los recuerdos de sus abuelos y padres. “Todos los elementos, de buena pincelada, contribuyen a esta narración ágil, de enorme capacidad descriptiva y poética, construida desde una inteligente, perceptiva y misericordiosa mirada sobre tiempos tan entusiastas como oscuros”, concluye en su crítica Calabuig. (Para regalar a amantes de novelas con ambiente de guerra fría)
Ese corazón revolucionario…
Estamos ahora en el año 1970. Valeria, la joven protagonista de El corazón revolucionario del mundo, la última novela de Francisco Serrano, vive en un piso franco de Londres, pertenece al Frente de Acción Revolucionaria, una organización internacional que utiliza la violencia para lograr sus objetivos políticos. Todo ello se cuenta al comienzo de la novela, escribe en la reseña de la misma Nadal Suau en Babelia, pero… “desde el principio hay algo extraño: de madrugada, cuando el mundo resulta misterioso, a Valeria le asalta la sensación de que todo lo que escapa a las pequeñas dimensiones de aquel apartamento no existe. Más significativamente, la voz narradora aclara que la única garantía de su pertenencia al FAR es la palabra de Joel, su amante y mentor (bien pensado, ¿es eso suficiente?)”. Nos encontramos una realidad que parece inestable, y la historia avanza en un tono como de “recuerdos que alguien declamase en duermevela, cuando pueden confundirse con los residuos de un sueño, o su anuncio”. Un tono “en especial durante el primer tercio del libro”, que es un gran éxito del autor, “aunque no el único”, dice Suau.

La novela nos describe una vida clandestina donde se alterna fascinación con horror en aquellos años setenta que quedan bien reflejados. En la reseña se elogian los mecanismos de la trama, que “funcionan a la perfección, con algún derrotero que puede rimar con el nuevo alt-horror que representa Mariana Enriquez, pero sin llegar a sonar deudor de nadie. Esas transiciones del thriller al terror o del relato psicológico a la fantasía oscura son muy delicadas, podrían romperse con desplazar solo un milímetro dos o tres piezas”.
Una buena novela viene a decir Suau, “una novela convencida de ser novela (que resulta muy apropiada para el catálogo de Tusquets), plagada de oraciones breves atentas al detalle significativo o la narración sensorial, que a veces también cae en sus manierismos y sus artesanías, sin que molesten (…) Porque el juego y, repito, el tono están claros. Y la temperatura es importante aquí, el frío de la atmósfera y del punto de vista en contraste con fogonazos de calor en forma de interiores rurales, descargas de violencia, iluminaciones de la conciencia. De ahí salen varias escenas perfectas y una novela valiosa”. (Podría regalarse a nostálgicos de una juventud revolucionaria).
E. Huilson
P.D. Nos cuenta un vecino del Patio que ese pícaro de nuestro tiempo que es el tal Blas Blas, del que ya dimos noticia en estas páginas, reconvertido ahora en coproductor y frecuentando las malas compañías que le son propias, se presentará en Madrid el próximo viernes, 12 de diciembre, a las 18:30 h. Llegará de la mano de su mentor, Paco Pérez Galán (colaborador estacional de este Patio), y oficiará como presentador Juan Ignacio Crespo, asesor financiero (sin relación conocida con Blas Blas, se advierte). Será en la Librería Gaztambide, en la calle Gaztambide 6, de Madrid.

Jolin con la guerra fria o caliente…
Pues para mi gusto ‘Los confidentes’ de Charlotte Gneuss o ‘El corazon revolucionario del mundo’ parecen más interesantes que el paquete regalo de dos por uno.