Los poemas del patio

Lejos de casa había estado años

Hodgkin’s House, Cape Ann, Massachussets, obra del pintor estadounidense Edward Hopper (colección privada)

Lejos de casa había estado años 
y me pregunto ahora qué hago ahí, 
sin atreverme a entrar, por miedo a un rostro 
no visto nunca antes

que me mira impasible 
y me pregunta ahora qué hago ahí. 
“Busco la vida que dejé aquí un día, 
por si aún permanece”. 

Me inclino ante el temor 
que antes me demoraba, 
y el instante, lo mismo que un mar que gira y gira, 
rompe contra mi oído. 

Me río –con mi risa, que se me desmorona– 
de haber tenido miedo de una puerta, 
yo que el abatimiento comprendía 
y nunca antes tuve miedo a nada. 

Agarra el picaporte 
mi mano, con cuidado tembloroso 
por si la horrible puerta se abalanza hacia atrás 
y me deja en el suelo. 

Emily Dickinson

Una casa para siempre
La casa familiar, la casa donde se nace, la casa de unos abuelos donde se pasan los veranos, la casa donde nacieron los hijos… Hay muchas casas y, entre todas, una de ellas será “la casa”, la que quedará en la memoria, la que la poeta Concha M. Miralles cantaba en un poema: “La casa guarda vapores que adormecen/ y raíces invisibles que suben de la tierra cada noche/ para atarte las muñecas mientras duermes. O la casa de que dibujó Miguel Hernández como faro en el mundo: Es la casa un palomar/ y la cama un jazminero./ Las puertas de par en par/ y en el fondo el mundo entero.
Emily Dickinson llevó a sus poemas los espacios físicos de su experiencia vital y, por tanto, su casa, la casa donde se refugió para escribir su poesía. Y este poema que traemos hoy al Patio es una hermosa y misteriosa muestra.
Dickinson vivió toda su vida en la localidad de Amherst, en el estado de Massachussets, salvo un breve periodo en el que estuvo interna en un colegio. Esa pequeña ciudad era el arquetipo de la Nueva Inglaterra de aquel tiempo de puritanos blancos, aquel siglo XIX que iba dibujando la Norteamérica de hoy. No muy lejos de Boston, la ciudad rinde homenaje con un museo a su poeta silenciosa. Merece un viaje; y además se puede aprovechar para seguir las huellas de Nathaniel Hawthorne en Salem y del filósofo español Santayana por Boston y Harvard. Todo a poca distancia, desde tan lejos.

                                                                                                                                     A.S.

2 comentarios en «Lejos de casa había estado años»

  • Buenos poemas sobre las casas de los tres autores, con los diferentes sentimientos que despiertan en cada uno de ellos.
    Interesante el artículo.

    Respuesta

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