Aforismo

Si nos paramos a contar las sílabas de las dos frases más famosas de Cervantes, como si fueran versos en lugar de prosa, nos topamos con un octosílabo (En un lugar de la Mancha) seguido de un endecasílabo (de cuyo nombre no quiero acordarme).
Gracias a la coma que las separa, la coincidencia se vuelve menos rebuscada y refuerza la idea de que, en el Quijote, lo popular y lo culto se dan la mano desde su arranque.
Guillermo Sánchez Amador

 
							 
							