Descubrimientos

Immanuel Wilkins – The 7th Hand

El equilibrio justo entre raíces y vanguardia.

Immanuel Wilkins es un saxofonista estadounidense nacido en Philadelphia que acaba de lanzar ‘The 7th Hand’, su segundo álbum al amparo de Blue Note Records. Alumno aventajado desde su más tierna infancia, con apenas 25 años ya ha tenido la suerte de trabajar con artistas consolidados como Bob Dylan o Wynton Marsalis. De sonido vibrante y con reminiscencias a Coltrane, el saxofón de Wilkins lidera los siete cortes del álbum creando un equilibrio justo entre raíces y vanguardia.

Fugitive Ritual – Selah

Los guiños a la paleta de colores del blues o los arreglos junto a la flautista invitada Elena Pinderhughes que recuerdan al gospel se entrelazan con ideas rítmicas complejas y rearmonizaciones más cercanas al free jazz que al estilo en su forma clásica y canónica. Sin embargo, el preciosismo y la sutileza improvisatoria y dinámica de la banda que acompaña a Immanuel hacen el disco fácil para orejas poco acostumbradas a esa deriva impresionista del jazz contemporáneo. La intencionalidad simbólica del vídeo que acompaña a las dos primeras canciones ayuda a hacer más digerible una música que es más sofisticada de lo que parece.

Emanation / Don’t Break

Es precisamente en el segundo corte del trabajo donde aparece la otra invitación: el ensemble de percusión africana Farafina Kan, que nos hace echar la vista todavía más atrás en cuanto a raíces se refiere. Junto a Micah Thomas al piano, Daryl Johns al bajo y Kweku Sumbry a la batería, Immanuel Wilkins ha creado un disco con mucha música escrita, al menos para ser un álbum de jazz. A pesar de haber momentos de improvisación se nota que hay muchos momentos arreglados y compuestos a lo largo de las seis primeras piezas –un número que según el propio músico tiene un carácter divino.

Shadow

Es en la última canción (de casi media hora) donde se desata toda la influencia del free jazz vanguardista que la banda contiene a lo largo del disco. La “séptima mano” es la cara D de la versión en vinilo y es un auténtico ejercicio de creatividad espontánea que ha quedado grabado para el disfrute de quien se atreva a aventurarse en su mare magnum sonoro sin apenas estructura o más hilo conductor que lo que la propia escucha de los músicos les va sugiriendo tocar. 

@sanchificatus

Lift

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