Con la sonrisa a medio dibujar…
SONETOS
Con la sonrisa a medio dibujar,
la mirada entornada por el sueño,
un ceniciento acento marismeño,
sus chascarrillos fuera de lugar,
–
sus «muchas gracias», su «puede quemar»,
su predisposición a lo pequeño,
cumple con la avaricia de su dueño
el camarero escuálido de un bar.
–
Demasiado mayor para el ensueño
y lejos de poderse jubilar,
náufrago de sí mismo, lugareño
–
de su tierra de nadie, de su mar,
se escora entre los huéspedes risueño,
con pocos sueños ya que atesorar.
Guillermo Sánchez Amador
Un soneto para la realidad diaria de la hostelería.