Rutina de viaje

Cada vez que viajo en avión, sigo una estricta rutina. Llego al aeropuerto unas dos horas antes de que embarque mi vuelo. Tras pasar la seguridad, voy directa al puesto de sushi a comprar una caja de sushi vegetariano que comeré durante el viaje. A continuación me dirijo al baño de al lado del lounge business. Es el baño perfecto porque siempre está vacío y además tiene una fuente al lado donde puedo rellenar mi botella de agua (me niego a pagar 3 euros por tres tragos de agua embotellada). 

En el avión me aseguro de tener todo listo: varias listas de música y podcasts descargados en el teléfono, episodios y películas de Netflix en el iPad, el libro que esté leyendo en ese momento y un cuaderno por si me apetece dibujar o escribir. Siempre me tomo una o dos biodraminas antes de despegar para no marearme. El sushi me gusta comerlo cuando pasa el carrito de comida en el avión. Me encanta saber que tengo horas y horas de entretenimiento en forma de música, radio, televisión y lectura para mi vuelo de dos horas y media. 

A la media hora hace efecto la biodramina y me entra cierta somnolencia. 

Me despierta un bache brusco. 

He llegado a mi destino. 

PAULA