Vuelve
Vuelven las flores del almendro, vuelven los atardeceres anaranjados, vuelve la brisa cálida de las siete de la tarde, vuelve la ligereza de la primavera. Aún no ha llegado, le queda un mes, pero poco a poco va asomando la estación que nos salva del frío, de la oscuridad, de nuestros demonios.
Soy fan de la primavera, una felicidad compartida se extiende sobre la ciudad, las terrazas se llenan, la gente sonríe más, se ríe más alto. La primavera la sangre altera, y tanto. Todos, todas, todes más guapos, guapas, guapes que nunca. La primavera pinta de color los parques.
Para los que sufrís el invierno como yo, para los que os escondéis del frío e hibernáis para protegeros del hoyo oscuro que es enero. Aguantad, ya queda poco.
PAULA
Las tiras me recuerdan a la «ventana indiscreta». Desde mi posición otoñal descubro la vida de las jóvenes.
Impresiona esa chica en «la cueva de la depresión invernal». Está bien esta nueva denominación para un factor de riesgo que no es nuevo. Y que nos afecta a tantos y tantos ciudadanos.