El melocotonazo de la semana #4
The Rolling Stones – Angry
Ya no se hace música como antes. La música de ahora no es música. En mi época sí que había canciones de verdad. ¿Cuántas veces hemos oído y leído ésto en las últimas décadas? Frente a este tipo de comentarios siempre encontramos respuestas de gente joven dividida en dos bandos: la que se posiciona de lado de la old school y se lamenta de haber nacido “demasiado tarde”, y la que trata a los veteranos de la industria como memes andantes. Podría parecer que The Rolling Stones (con un Caballero del Imperio Británico al frente) cumple más con el segundo estereotipo, pero sólo a medias. Su nuevo lanzamiento es un primo hermano de “Start Me Up” que hará las delicias de los más acérrimos sin descuidar la perspectiva nostálgica de las generaciones más jóvenes.
“Angry” es el título del primero de los singles de su último álbum de estudio y el videoclip cuenta con la presencia de Sidney Sweeney, una actriz salida de Netflix con casi 16 MILLONES de seguidores en Instagram, cinco veces más que sus Satánicas Majestades. Pero la lengua más famosa del mundo es experta en mantener engrasada la maquinaria del grupo de rock más longevo de la historia. Una historia a la que hacen referencia, cronológicamente, los distintos carteles de carretera de los que van emergiendo imágenes de archivo de las distintas épocas de la banda, a modo de museo en movimiento.
En el videoclip, un Mercedes rojo transporta a una Sidney vestida “de época” por una carretera hollywoodiense llena de memorabilia interactiva. La frivolidad del doble emplazamiento publicitario (el coche y “ella”), unida al tour guiado por la trayectoria de la banda, acaban haciendo que la canción parezca más la aburrida audioguía de una exposición temporal de The Rolling Stones® que el show-opener épico que pretender ser.
Poniendo de lado su intencionalidad comercial, es verdad que la banda ha conseguido actualizar su sonido sin perder el toque vintageque le da Don Was a sus producciones desde 1994 sin renunciar a su fórmula de hacer canciones, que les viene funcionando desde hace décadas, pero algo ha cambiado. La muerte de Charlie Watts hace dos años ha obligado al grupo a elegir un nuevo batería, Steve Jordan, que, sin embargo, es referenciado como “miembro no oficial”. Según le contaban a Jimmy Fallon en el teatro abarrotado en el que celebraron la pomposa premieredel single, Charlie siempre quiso que, si algún día le pasaba algo, su sustituto fuera Jordan.
Así pues, con la bendición del “miembro oficial” no-presente, el trío restante de octogenarios cuenta con legitimidad suficiente para lanzar un nuevo disco y tirarse años girando por el mundo de nuevo con su espectáculo de himnos para todas las edades. Vamos, tres cuartos de lo mismo.
Escrito por William Hear