Un coro milagroso (y II)
Aquel invierno londinense de 1741 fue verdaderamente duro. El frío, la lluvia y la humedad se habían aliado en un
Leer másAquel invierno londinense de 1741 fue verdaderamente duro. El frío, la lluvia y la humedad se habían aliado en un
Leer másLo podría haber contado Alejo Carpentier en su Concierto Barroco. Una noche desalmada y fría, en una plaza de la
Leer más