Semanario Cultural

Pla, Barquinero… y las listas de los mejores libros del año

Será por la cercanía de las fiestas, o porque el año agoniza, o por soñar con ese par de semanas de vacaciones que dejamos el Patio, pero cuesta ya un poco resumir a esta altura del calendario los suplementos culturales (en sus secciones de libros, que es de lo que hablamos aquí) con tanta lista; lista como enumeración, listas de pódium… 

Ya les advertíamos la semana pasada, primero publican “libros para regalar” y una semana después “los mejores libros del año”. O todo al unísono: Listas y listas y más listas…

Leila Guerriero (Anagrama)

En Babelia, como ya es tradición, votaron sus críticos y colaboradores para elegir el “Libro del año”, y este fue el resultado publicado, con el correspondiente previo comentario contextual: “Entre los 50 libros del año aparecen clásicos contemporáneos, pero lo más destacado es la presencia de nuevos autores con obras de gran potencia estética e intelectual. Leila Guerriero arrasa con La llamada, un retrato que ensancha los límites de la no ficción”.

David Uclés y Mircea Cărtărescu

Por si no accedieron a la lista, les informamos que en segundo lugar quedó La península de las casas vacías, de David Uclés, y tercero, Theodoros, de Mircea Cărtărescu… y así hasta 50, de todos los géneros y lenguas. 

En El Cultural decidieron separar las listas de los mejores por géneros, y la ficción, a su vez, entre la escrita en castellano y la traducida. En castellano, Sabina Urraca con su novela El celo aparece en el primer lugar, pero en la lista de Babelia se quedó en el puesto… ¡26!. Tras El celo, ocupa la segunda plaza La última función, de Luis Landero y Brujería, de Gonzalo Torné, es la tercera. Estas dos no aparecen en la lista de los 50 (principales) de Babelia, mientras que el libro del año para el suplemento de El País, se quedó octavo puesto en el ranking de El Cultural. 

Panorama español

En un artículo-resumen sobre la ficción en España del año que termina, el crítico Santos Sanz Villanueva, en El Cultural, recuerda a Ramón Pérez de Ayala, que hace ahora un siglo escribía que nuestra novela (de entonces) presentaba el triunfo del “individualismo atómico”, un modo de describir que, tras años de “naturalismo”, el panorama estaba muy atomizado en cuanto a corrientes y temáticas. Pues bien, a Sanz Villanueva le parece que es “un retrato de ahora mismo porque un enorme contraste de tendencias caracteriza también las fechas presentes, las de hoy y las de los últimos tiempos”. Y cuando entra a valorar la lista de las diez obras elegidas por los críticos de El Cultural observa como en ella “coexisten el intimismo estricto (…) y el panorama histórico que compagina documento e invención”. Y hace una observación a tener en cuenta, pues ya la hemos escuchado a otros críticos y escritores, se va haciendo tendencia: “Me refiero a la ya cansina autoficción (…) Esta escritura del yo abunda tanto que hace sospechar si no vivimos un momento de precaria invención y de falta de fuerza fabuladora que lleva a los autores a mirarse a sí mismos en vez de observar el ancho mundo exterior”. Se salvarían de la sospecha Luis Mateo Díez (El amo de la pista), Sergio Ramírez (El caballo dorado) y Eduardo Mendoza (Tres enigmas para la Organización), novelas “marcadas por la invención o la fantasía que apelan al gustoso y viejo arte de contar”. Y termina el crítico dejando un comentario sobre un libro al que volveremos después: “A su aire, en cambio, va Sara Barquinero, cuya proeza narrativa, de desigual mérito pero muy interesante, Los Escorpiones, me sorprende que no haya subido al pódium del año”. 

Abc Cultural y Abril han optado en sus últimas entregas porque sean los críticos, bajo su firma, los que hagan su particular lista de recomendaciones. Por ejemplo, Rodrigo Fresán en Abc Cultural apuesta por El año de la langosta, de Terry Hayes; Bournville, de Jonathan Coe y Las huellas del sol, de Walter Tevis, mientras que Pozuelo Yvancos, en cuanto a narrativa española, trae a su columna La isla de la mujer dormida, de Pérez-Reverte, El día del lobo, de Antonio Soler, Páginas escogidas, de Martín Gaite y Los escorpiones, de Sara Barquinero. 

No tomárselo muy en serio 

Mientras le dábamos vueltas a esta manía de publicar listas y más listas, y cuando íbamos llegando a la conclusión de que no había que tomárselo demasiado en serio, nos topamos en el mismo suplemento, Babelia, donde se presentaban las listas con toda seriedad, que el crítico Nadal Suau firma hacia el final una “Tribuna Libre”, en la que opina que las listas de lo mejor del año “solo son un juego: más allá de eso, conviene desconfiar de ellas”. Dicho esto, y como recogiendo velas, viene a decir que las listas pueden quedar unas más niqueladas que otras: “Admitamos que se puede jugar mejor o peor, y en Babelia nos ha salido una lista de lo más golosa, abundante en curiosidades e hilos de los que tirar. Por supuesto, no se trata de que la nómina de libros escogidos tenga que contentarnos a todos por igual”. Acabáramos (nos decimos) de eso se trata, de un jugoso juego, un jolgorio, una juerga. A la que podemos sumarnos (o no) desde las redes sociales los lectores.

Pero vayamos con dos casos anómalos: Josep Pla y Sara Barquinero, a los que aludíamos en el título del resumen.

Josep Pla (revista Política Exterior)

Escribe Suau en su tribuna estar “convencido de que el libro más importante que se ha publicado ha sido Un cor furtiu, de Xavier Pla, Un corazón furtivo en su traducción castellana, descomunal biografía de Josep Pla cuyos principales temas permanecen vigentes, desde la relación entre literatura y periodismo hasta el estatus del escritor en el mundo moderno, pasando por las incógnitas de la democracia en España y Europa”. Que esta biografía sea el elegido como libro del año por los críticos del Quadern, el suplemento en catalán de El País, y en Babelia solo llegue al vigésimo puesto lo justifica  el crítico por esa “clase de desajustes entre criterio propio y resultados de una consulta multitudinaria”, desajustes inevitables, y que a su juicio “revisten un interés moderado. Lo jugoso está en las tendencias que registra la encuesta”.

De la biografía de Pla ya habíamos leído al escritor y crítico Alberto Olmos en El Confidencial, elogiarlo: “el gran libro de este 2024 ha sido el más largo de todos: 1500 páginas”. Y quizá pone el dedo en la llaga cuando cita unas palabras del articulista Arcadi Espada: “somos veinticinco personas en toda España las que lo hemos leído”. Para Olmos, y puestos a leer, «es una obra que justifica por sí sola haber abierto quinientos libros en doce meses y haber cerrado cuatrocientos noventa con desesperación”. 

Críticas de Los Escorpiones 

Olmos escribió en su día también una crítica sobre Los Escorpiones, “la novela de la joven Barquinero”, que tituló “La hazaña fallida de Sara Barquinero”. Aunque matizaba a continuación que se trataba de “un apreciable intento de super-novela, pero acaba revelándose como el camino de aprendizaje de una escritora”. La reseña se publicó en febrero de este año, cuando apareció el libro. Ahora, desde la perspectiva de lo que dio de sí la producción nacional, Olmos destaca que “la única autora que ha escrito un libro que no es muy malo, española y ya en ficción, va a resultar ser Sara Barquinero, con Los Escorpiones, que por lo menos me debe una edición de las que haya vendido. El libro es disparatado, pero en otro cielo del disparate de escribir, ese en el que alguna vez te saldrá bien”. 

Sara Barquinero (F: Ana Ruiz / Esquire)

Por su parte, Suau recuerda que cuando reseñó el libro de Sara Barquinero no faltó quien pronosticase que “nos íbamos a olvidar de él en dos meses”. Entiende que no ha sido así, y se alegra porque, junto a La península de las casas vacías, de Uclés, es relevante generacionalmente, al apostar por salirse de la autorreferencialidad hegemónica que recupera el hilo de ciertas tradiciones (la posmodernidad norteamericana, en este caso) que parecía desconectada de lo que escriben los narradores por debajo de los 35 años. 

Pero la crítica más entusiasta la firma Andrés Ibáñez en Abc Cultural: «Si tuviera que recomendar un solo libro del año que ahora termina, este sería sin ninguna duda Los Escorpiones. No sé como elogiar esta novela genial sin que parezca que miento o que exagero. Es un libro muy, muy bueno (..) Sara Barquinero parece estar inventando de la nada el arte de la novela y lo hace con una seguridad desconcertante».

Resulta curioso que Los Escorpiones sea el 5º mejor libro del año para Babelia, no sea escogido por ningún crítico de Abril, no esté entre los diez de ficción española elegidos por El Cultural y no figurase en la lista de los 20 libros para regalar que publicó La Lectura. Cosa de las listas.

Nuestra recomendación

Por un problema de espacio hemos reducido el resumen de esta semana a los libros españoles. La cosecha internacional ha sido diversa. Y de sus novedades fuimos dando cuenta en estas entregas.

Nosotros, por no ser menos, haremos nuestra lista, pero de un solo libro (o dos, verán por qué). El recomendado es James, de Percival Everett, en el que se da respuesta, desde la narración del “negro Jim”, a Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. Una vecina del Patio no pudo resistirse, tras leer James, a releer la novela de Twain. Por eso lo de uno o dos. Un ejercicio literario, histórico y socio-político muy recomendable. 

                                                                                                           E. Huilson

Una postdata:

Se ha señalado por más de un crítico la poca relevancia que tienen los grandes premios del mercado editorial cuando ha de valorarse su calidad. Escribe Olmos, con sorna, que “han sido muchos años de esfuerzo para conseguir finalmente que ningún libro premiado en los grandes certámenes de la literatura española sea recordado cuando llega diciembre”. Pues eso.

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