Los poemas del patio

El viaje definitivo

Patio in Capri, obra del pintor ruso Konstantin Ivanovich Gorbatov (1925/Colección privada)


… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando
y se quedará mi huerto, con su verde árbol, 
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

Juan Ramón Jiménez

La finitud frente al árbol y el pozo blanco
Sentir la finitud de la vida humana no tiene por qué ser una actividad exclusiva de la edad tardía. A nada que la naturaleza nos haya regado con unas pocas gotas de sensibilidad, el contraste entre la eternidad que nos transmite, por ejemplo, la luz del sol entre las hojas de un árbol en otoño, apreciada en un fugaz instante, bien nos puede llevar a echarla ya de menos, sabiendo que se repetirá, en sus múltiples formas, eternamente, pero esos instantes no existirán ya para nosotros pues no estaremos. El poema expresa de manera jenial ese doloroso contraste desde la intelijencia de la voz poética del poeta total que fue Juan Ramón.

Nota de JRJ: Se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “escelentísimo”, etc. Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante).

Pero no cundió el egemplo.

A.S.

Un comentario en «El viaje definitivo»

  • Me parece estupendo. Un rebelión útil porque la ortografía evoluciona con o sin reglas. Porque hay personas que se sienten humilladas por las faltas que cometen o que pudieran cometer.
    Hay un negocio en Eibar que sobre la marquesina pone *G A R A G E* con letras de cemento y un metro de altura. Una joya.
    Admito y quiero respuesta

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *