Relatos con música

Gilda la feminista

Rita Hayworth en Gilda

Si lo miramos bien, Gilda era una mujer atormentada que había sufrido el abuso y los malos tratos durante su matrimonio con Johnny Farrell. Por eso huye de sus Estados Unidos natal y se instala en Argentina, en la creencia de que el maltratador no aparecerá por tan lejana tierra. Pero se equivoca. Un día, mientras se arregla para acudir a una cena, el marido le presenta a un nuevo amigo que ha sacado de los bajos fondos de la ciudad: un jugador tramposo, que se gana la vida engañando a los que osan atreverse a apostar frente a sus magnético y trucados dados. Es él, el mismísimo Farrell. A  partir de ahí, la trama se complica de tal manera, que la película asciende a la categoría de mito y es reconocida como una de las obras del séptimo arte más importantes del siglo XX, la época dorada de la industria del cine norteamericano.

Charles Vidor llevó a la pantalla esta historia en 1946, escrita probablemente por Ben Hecht, el guionista que acaparó dos óscar –uno de ellos por Lo que el viento se llevó– y que desde 1950 dejó de aparecer en los títulos de crédito de las películas en las que trabajaba por el boicot que sufría su trabajo al posicionarse claramente en favor de la causa sionista en la ocupación de Palestina. 

Charles Vidor y Rita Haytworth

Para encarnar a los protagonistas, Vidor contó con dos estrellas de excepción: Rita Hayworth en el papel de Gilda y Glenn Ford, el malvado Farrell. 

¿Y por qué traemos tan particular historia a este rincón del Patio? Naturalmente por la música. Gilda, atormentada, indecisa, contrariada por la aparición de su ex marido en el escenario donde parecía haber encontrado cierta tranquilidad, sentada en la barra del bar del casino que regenta su nuevo marido junto a Farrell, interpreta, acompañada de una guitarra, una tonada melancólica: Put the blame on mame. Para el espectador, la escena puede pasar desapercibida, pero está cargada de emotividad. Ese impacto llega más adelante. Ya completamente desinhibida, liberada –o eso cree- de las garras de su maltratador, Gilda vuelve a interpretar el Put the blame on mame en la pista de baile de un cabaret: melena suelta, vestido negro ajustado con amplio escote y guantes hasta el codo. Guantes que provocan el estallido del público cuando la actriz se desprende de uno de ellos a modo de striptease, mientras los asistentes al espectáculo piden más. No le da tiempo de llegar al camerino cuando recibe la histórica bofetada de su ex marido que ha pasado a los anales de la historia de Hollywood.

Put the blame on mame podría traducirse al castellano como Échale la culpa a Mame. Y la letra nos dice que el incendio de Chicago de 1871, la tormenta  de nieve de Nueva York de 1886 o el terremoto de San Francisco de 1906 es culpa de Mame y que todas las catástrofes, sean naturales o no, tienen una mujer culpable: Mame. Es la forma de enseñarnos que detrás de cualquier hecho que nos parece desagradable, la mujer está siempre presente como mal presagio social. Gilda hace referencia a esta maldición de forma irreverente y sarcástica, denunciando que es el machismo el que ha colgado el sambenito a la mujer y que hay que denunciarlo y reírse de semejante abominación. Y lo hace de forma satírica, con ese halo de libertad para denunciar que demuestra en la escena. Farrell no puede soportar esa actitud y menos si va acompañada de la provocación que supone ¡desprenderse de un guante! El maltrato, como se aprecia, sigue.

Anita Kert Ellis

La canción que nos ocupa es obra de Allan Roberts y Doris Fisher, quienes firmaron con Columbia Pictures, la productora de Gilda, un contrato en 1945 para escribir bandas sonoras para sus  películas durante siete años. 

Y, naturalmente, Rita Hayworth no canta. Lo hace en playback, pues la voz es la de la cantante canadiense Anita Kert Ellis.

Pero no dejemos que esta suplantación, muy frecuente en las producciones de Hollywood, pues no se puede ser buen actor o actriz y gran cantante a la vez, empañe ni el papel de la Hayworth ni lo que significa en esta película ni en su contexto, que para la época, ya era bastante.

Gabriel Sánchez

Rita Hayworth interpreta Put The Blame on Mame, en la película Gilda:

Un comentario en «Gilda la feminista»

  • Gilda: verde,salada y un poco picante. En su honor se bautizó como Gilda el famoso pincho de guindilla, anchoa y aceitunas.

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