Tímido y afilado como un duelo…

SONETOS

Tímido y afilado como un duelo,
tatuados los brazos, fumador,
busca, hurgando en la noche, algún consuelo
un pincha-discos fan del rocanrol.

Con patillas, y enmarañado el pelo,
de luto por los grupos que admiró,
se lamenta del tiempo y su cruel vuelo
asido a una boquilla de cartón.

Gourmand de discos, joyas y rarezas,
paladeador de lo desconocido,
no sé si pidió dos o tres cervezas

y, humo en boca, se puso a hablar conmigo
de música olvidada y bandas huérfanas,
como el que un paraíso ha ya perdido.

Guillermo Sánchez Amador