Relatos con música

100 AÑOS DE RADIO EN ESPAÑA (1924-2024) (4)

Cartas enviadas al consultorio de Elena Francis, un programa radiofónico de la España franquista.

Un calmante clásico

Aquel hombre entrado en carnes era muy respetado en toda Pensilvania. Director de la orquesta sinfónica de Pittsburgh durante los primeros años del siglo XX, Victor Herbert soñaba con la gloria. Y la música clásica, por desgracia, no se la iba a facilitar. Este músico profesional, formado en el violoncello y con gran talento para la composición, tenía un sueño: triunfar en Broadway. Corría el año 1904 y Herbert se desprendió del frac, dijo adiós a la sinfónica y formó su propia orquesta, la Victor Herbert Orchestra, que interpretaba composiciones que él mismo llevaba al pentagrama en su discreto apartamento de Filadelfia. 

Victor Herbert en 1913 (Victor Herbert Collection, Music Division, Library of Congress)

La compañía de transportes Philadelphia Traction and Rapid Transit  construyó en 1915 un parque de atracciones a las afueras de Filadelfia, el Willow Grove. Estaba ubicado a 30 millas de la ciudad y la mayoría de las atracciones eran gratuitas. Eso sí, para llegar hasta allí había que tomar el tranvía que explotaba la compañía de transportes. Ése era el negocio y el motivo de la inversión. El Willow Grove disponía de un impresionante auditorio musical, con capacidad para 15.000 personas. En las temporadas veraniegas, la atracción principal era escuchar a la orquesta de Victor Herbert en aquel recinto lleno de vida y color. Y, además, la entrada era libre. Y allí, Herbert daba rienda suelta a sus composiciones, soñando con ese Broadway que todavía no había conseguido alcanzar. En 1919 presentó una pieza: Indian Summer, que, en principio, estaba concebida sólo para piano, pero que el bueno de Herbert había decidido orquestar. Era una pieza sencilla, melancólica que se solía interpretar al final de cada una de las actuaciones de la orquesta. La melodía pasó más o menos desapercibida.

Dubin

Veinte años después, en 1939, y cuando ya había fallecido su compositor, Al Dubin decidió ponerle letra al Verano Indio. Rápidamente las grandes orquestas se hicieron con la partitura y la catapultaron hasta los más elevados peldaños de las listas de éxitos. Tommy Dorsey y su orquesta, con el cantante Jack Leonard la llevó hasta el número 1 de la lista Billboard. Ese mismo año, Glenn Miller y el vocalista Ray Eberle consiguieron mantenerla durante ocho semanas entre las melodías más vendidas.

La versión de jazz llegó un año después, en 1940, bajo la batuta de Sidney Bechet. Le gustó la partitura porque, según decía, no llevaba ninguna marca europea. La composición de Herbert la han versionado desde Bing Crosby hasta Ella Fitzgerald, pasando por la orquesta de Duke Ellington

¿Y por qué ese éxito? En 1940 la II Guerra Mundial se desarrollaba en Europa y los Estados Unidos no eran ajenos a la contienda, aunque no participaran desde el principio. Indian Summer, en palabras de los críticos, representaba la tranquilidad de una época, algo así como un calmante clásico de otoño, sin estridencias, que es lo que producen las guerras. Las distintas versiones se escuchaban en la radio y provocaban un remanso de paz. Hasta que finalizó la guerra. A partir de 1945, conseguida la victoria, las versiones de jazz hicieron de Indian Summer todo un icono de libertad y de alegría.

Ese “calmante clásico”, como alguien definió esta composición, debió ser lo que inspiró a los creadores del programa Consultorio de Elena Francis, un espacio de media hora de duración que emitió la radio española desde 1947 hasta 1984. Francisca Bes, perteneciente a una familia con intereses en la industria de cosméticos, tuvo la idea. Sus primeros pasos los dio en Radio Barcelona, desde 1947 hasta 1966. Posteriormente, el programa pasó a emitirse por Radio Peninsular durante una breve temporada y recaló en Radio Intercontinental hasta que en 1984, debido a su baja audiencia, decidió abandonar las ondas. 

Nos queda el recuerdo de aquellas voces de mujer, María Garriga, Rosario Caballé o Maruja Fernández, que dieron vida radiofónica a la señora Francis. Pero sobre todo, nos queda su sintonía, ese calmante clásico de otoño en una tarde tranquila, alrededor de la mesa camilla y la radio allí en la repisa del cuarto de estar, mientras madre cosía y se estremecía con las cosas que les pasaban a las mujeres de la época, sin saber que lo único que les ocurría es que las habían convertido en ingenuas. 

Gabriel Sánchez

Sintonía del Consultorio de Elena Francis:

Y aquí, Indian Summer interpretada por Glenn Miller y la voz de Ray Eberle:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *