El guardián del estanco te vigila
SONETOS
El guardián del estanco te vigila
con sus ojos cansados de vivir.
Pasa noches en vela haciendo fila
solo, viendo a los otros ir, venir…
–
Centinela nocturno de pupila
de luna llena, urbano rey, visir
callejero, sultán de la propina,
emperador de esquina y mal morir…
–
¡Quién soy yo para hablar de la cordura!
¿Acaso no están locos los tunantes
que, siempre que pasean por delante
–
de tu figura gris, su risa impura
mudan vilmente en mueca repugnante?
Prefiero saludar a la locura.
Guillermo Sánchez Amador
Muy bueno
Precioso!
Que buena sorpresa la publicación de esos sonetos!