De toda la vida
Ir a la parafarmacia se ha convertido en un deporte de riesgo. Tras esquivar los carteles de oferta de productos a punto de caducar y esconderme de los dependientes sedientos de ventas, llego a la sección de cuidados de la piel.
Busco una crema que hidrate y poco más, pero me veo envuelta en una espiral de marketing: «rejuvenecimiento», «elasticidad», «exfoliación», «efecto lifting»… Precios desorbitados bailan delante de mí, burlándose de mi cartera.
Decido pedir ayuda a una dependienta que me mira con intensidad. Fallo mío, no debí fiarme de su piel rejuvenecida, elástica, exfoliada…
PAULA
Jajajaja Paula cómo te entiendo!!!
Mi primer sueldo me lo gasté en cremas que solucionaban cosas que aún no me habían salido….🥰🥰🥰
Jajaja Sesa, me parto!