Semanario Cultural

Los libros de las malas madres y otros protagonistas de la semana

UNA LECTURA PARTICULAR DE SUPLEMENTOS LITERARIOS.

Echarle imaginación, se trata de eso. No siempre es fácil rellenar, una semana y otra, las páginas literarias de un suplemento cultural cuando lo que tienes de material a trabajar es un puñado de novedades editoriales anodinas, que provocan más desconfianza y aburrimiento que entusiasmo, alguna nueva novela de renombrado escritor que hace tiempo dejó de sorprender a los críticos… y a sus más fieles lectores. Una efeméride siempre te puede salvar un par de páginas; más, si es del prestigio imperecedero de un Proust o un Baroja. ¡Qué mérito, llenar! Una entrevista con el autor de una novedad puede colar si es agudo en sus juicios o atrevido en la valoración de sus coetáneos, si se atreve a decir lo que verdaderamente piensa. Otro recurso es hacerse eco de la última reedición de una de esas obras que pasaron desapercibidas, o que simplemente ya pasaron, que fueron meritorias, pero tuvieron su momento y quedaron olvidadas. Traerlas al presente da cierta seguridad, y además se pueden consultar las críticas que recibieron entonces, material muy apreciable para nuevas reseñas. Incluso algún trabajo académico puede encontrarse… En fin, una semana más llegaron los suplementos ilustrando nuestro fin de semana. Veamos. 

Esta que hoy empieza es la semana que sigue al día de la madre. Alguien pensó que podría ser un tema de reportaje encararlo desde el lado de la imperfección cuando eres madre, ¿por qué no? Para madre perfecta tenemos a la Virgen María, pero eso es religión. Una mala madre, sin embargo, provoca un drama, y donde hay drama hay espectáculo. Creo que lo dijo Aristóteles. Una mala madre es carne de literatura desde la antigüedad (véase Medea), qué duda cabe. 

Laila Slimani (Instituto Francés) y Katixa Agirre (F: Oskar González)

En ABRIL, Marta Marné firma un reportaje que titula El club de las malas madres (de él hemos sacado el nuestro), partiendo del axioma de que “si hay algo que nunca se le perdona a una mujer es que sea una mala madre”. Afirma que es reciente la aparición de este concepto en la literatura, el de mala madre, del que opina que sigue asociado al sentimiento de culpa: “El pecado de no ser perfecta, de priorizar tu vida a la de aquellos que dependen de tus cuidados.” Para ilustrarlo, ha recogido los testimonios de algunas escritoras que abordan estos temas a partir del desarrollo de sus personajes y lo hacen además desde la ficción criminal. Es el caso de Myriam, la protagonista de Canción dulce, de Leila Slimani, una madre que por desear recuperar su vida profesional deja a sus hijos al cuidado de otra mujer que acaba asesinándolos, o el de la narradora de Las madres no, de Katixa Agirre, que deja cada día a su hijo en una guardería para poder escribir. “Sea cual sea la elección vital de las protagonistas, siempre parecen equivocarse”.

Claudia Piñeiro, la escritora que en El tiempo de las moscas recupera a la protagonista de Tuya, una historia en la que Inés anteponía la urgencia de su día a día al cuidado de su hija adolescente, constata algo que parece sabido, que “es incompatible, o de esfuerzo extremo, la vida profesional plena y la familiar al estilo que tradicionalmente nos hicieron creer que debíamos atender. Si las mujeres debemos ocuparnos y hacernos cargo solas o con poca ayuda de las tareas cotidianas de la vida familiar, es muy probable que nos falte tiempo para desarrollar plenamente la carrera que elijamos”. 

Claudia Piñeiro (La Tundra) y Laura Lippman (F: Lesley Unruh/Entertainment Weekly)

El reportaje aborda, desde este marco de la ficción escrita por mujeres, otros estereotipos, como el de la femme fatale. Laura Lippman cree que ese modelo solo existe dentro de la mirada masculina, o de la mirada femenina que acepta irreflexivamente ese marco: «Con Piel quemada quería escribir sobre una mujer a la que le resulta extenuante que los hombres, las personas, se sientan atraídos por ella. La mujer fatal es una creación masculina, una justificación, una racionalización. Pero también es una oportunidad. Si los hombres creen que las mujeres pueden llevarlos a la perdición, ¿por qué no aprovecharse de ese hecho?”. Por su parte, Piñeiro cree que habría que desterrar el concepto de femme fatale: “El mundo está lleno de mujeres y hombres manipuladores, psicópatas, que llevan a otros de las narices, y creo que si ese es el caso habría que buscar denominaciones más cercanas a este concepto. La femme fatale supuestamente es una mujer tan atractiva que el pobre hombre se enamora perdidamente y cae en sus redes (…) esta construcción me parece antigua y perdida”.

Volviendo a las maternidades imperfectas, la ficción puede ayudar a entender las contradicciones a las que muchas mujeres se enfrentan, dice Piñeiro: “Yo, que soy atea, creo en la ficción. Y en la libertad para escribir del tema que quiera quien quiera. Creo que el tema de las maternidades en conflicto empezó a mostrarse a través de plumas de mujeres porque son los temas que nos convocan. Pero si un hombre quisiera escribir sobre estos temas también podría hacerlo, por qué no”. Y Lippman añade: “La ficción puede ayudar a entender que gran parte de lo que pensamos sobre la maternidad es una invención. El concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo. Oprime a las mujeres. Las mantiene en su sitio mientras las hace sentir miserables por sus defectos como madres. Es esencial que las mujeres escriban estas historias”. 

Montando bibliotecas imaginarias

Dejó escrito Borges que “de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación”. La cita se incluye como uno de los epígrafes de EL GABINETE MÁGICO. Libro de las bibliotecas imaginarias, del que es autor Emilio Pascual, poeta y narrador, crítico y editor. Escribe la reseña sobre el libro en BABELIA Alberto Manguel, y parte de la idea de que el acervo de nuestras bibliotecas no es inacabable pues “tanto las combinaciones que nuestra imaginación elucubra como las que las letras del alfabeto permiten, si bien son incalculables, no son infinitas”, pues frente a las bibliotecas que aún podemos imaginar, las bibliotecas ya existentes son nimias. Las bibliotecas terrenas, incluso la de la Red, tienen sus límites; las de la imaginación, no. Desde la imaginación ha construido las bibliotecas de este libro Emilio Pascual: “Audaz pirata de los espacios más allá del horizonte físico ha recogido a lo largo de sus múltiples incursiones literarias un rico botín de bibliotecas que, aunque nadie puede visitar, salvo entre las cubiertas de un libro (o, para los internautas, en la pantalla), brindan a su público infructuosos deleites comparables a los que siente un lector frente a aquellos remotos anaqueles que, si bien visiblemente tentadores, quedarán siempre fuera del alcance de su codiciosa mano”, escribe Manguel. Y es que en EL GABINETE MÁGICO  encontramos desde la laberíntica biblioteca en la que arderá el último ejemplar del segundo libro de la Poética de Aristóteles (en El nombre de la rosa) hasta la biblioteca submarina del Capitán Nemo, “donde brillan por su ausencia los libros de economía política”. Y otras muchas: la biblioteca del Quijote, sometida a un auto de fe por el cura y el barbero; las íntimas bibliotecas de Emma Bovary, del coronel Koshkariov, de Mr. Shandy. Están las sagaces bibliotecas de Sherlock Holmes, Pepe Carvalho, su colega italiano Salvo Montalbano, y las juveniles de Tom Sawyer o David Copperfield… y también las bibliotecas soñadas por Eugenio Noel, Manuel Longares y Cristóbal Serra. Manguel ha observado, no obstante, algún error en el libro del que el autor, predice con irónica visión, tendrá que pagar en su momento: “A pesar del excelente índice y la erudita bibliografía que completan este libro, hay en él numerosas referencias a personajes y obras que no revelan sus fuentes bibliográficas. Tal vez este pecado (si es pecado) de Pascual, de no querer compartir sus secretos de alcoba con los lectores, tendrá que ser confesado en la quinta terraza del Monte Purgatorio, donde Dante nos dice (y yo le creo) que debe purgarse la excesiva preocupación por los bienes terrenales, bibliográficos u otros antes de ascender al Paraíso, que como Borges mantuvo, y ahora repetimos, tiene la forma de una biblioteca”.

ABC CULTURAL también se hace eco de la aparición del libro de Emilio Pascual. El poeta Luis Alberto de Cuenca, que define a su autor como un gigante de la escritura bibliomaníaca” dice del libro que “está escrito en una prosa pulquérrima, con un ritmo ciceroniano, de los que invaden la sensibilidad lectora con su música, porque la prosa también tiene su música, esa `misteriosa forma del tiempo´ con que Borges concluye su ‘Otro poema de los dones”.  Siendo un escritor sobresaliente en lo estilístico, a Emilio Pascual, como a Borges, la tarea de leer se le antoja más importante que la de escribir, sentencia De Cuenca, que de todas las imaginarias bibliotecas de Pascual le ha parecido especialmente atractivas la de Sherlock Holmes, basada, como es natural, en lo que cuenta Doyle de su criatura novelesca, y la biblioteca imaginaria adscrita por el autor a Bastian Balthasar Bux, “uno de mis personajes de ficción favoritos desde que disfruté por primera vez de sus aventuras, narradas en ‘Die unendliche Geschichte’ (se refiere el autor del artículo, como habrán imaginado, a La historia interminable) por mi admirado Michael Ende”.

Escritores en papel

Y como vaticinábamos al principio, las entrevistas abundan una semana más. Ocupando portada tenemos a Ramón Andrés en EL CULTURAL y a Julio Llamazares en ABRIL. Andrés, escritor y musicólogo, entrevistado por Alberto Ojeda, deja una ramillete de reflexiones a tener en cuenta: “Nuestra tendencia al mal es una constante, vivamos en la ciudad o en el campo, pero en las ciudades las mentes devienen laberínticas”, sentencia desde una de las localidades del valle del Batzán, donde se ha instalado tras dejar Barcelona, y “las aves llegan cada vez más tarde… el cambio climático se nota sobre todo por el cambio del viento…”, apunta, como buen observador de la naturaleza, observación que le ha ayudado para perfeccionar su agudeza musical: “Haber aprendido a escuchar muchas voces simultáneamente en la naturaleza nos ha llevado a imitar esas polifonías que, en el fondo, están en nosotros. Lo hemos reducido todo a lo individual, pero somos muchos por dentro. La polifonía refleja esa vida interior”. De la inteligencia artificial a la situación política del país o la construcción de la Unión Europea, Ramón Andrés despliega en la entrevista sus opiniones sobre los más variados asuntos, opiniones con las que se puede estar más o menos de acuerdo, pero en las que apreciamos su afinada, inteligente, reflexión.

Dice Julio Llamazares sobre su última novela, Vagalume, en ABRIL, en conversación con Juan Cruz, que mientras la escribía “tuve la sensación de que me escribía a mí. Es verdad. Los personajes me contaban a mí. Eso sentía”. No está recibiendo buenas críticas su última creación, aunque se le reconoce su “ambición literaria”: “Yo no soy nadie para decir lo que está bien o lo que no. Yo creo que los escritores somos como las emisoras de radio: emitimos en una frecuencia. Entonces, si tú emites en FM, te responden los lectores de la frecuencia modulada. Si escribes en onda media, te responden los lectores de onda media. Yo sé lo que a mí me apetece hacer, he tenido la suerte de hacerlo y por eso no envidio a nadie. Lo que sí me gustaría es que hubiese una reivindicación de la literatura, porque se ha trivializado, comercializado tanto, que al final parece que el éxito comercial determina la calidad literaria”. 

Luis Goytisolo (RAE) y Emmanuel Carrère (F: Efe/Laurent Gillieron)

En LA LECTURA, Maite Rico entrevista a Emmanuel Carrère con motivo de la publicación en España de V13, el relato del juicio por los atentados yihadistas en París el viernes 13 de noviembre de 2015 que dejaron 130 muertos. Reflexiona Carrèrre sobre las consecuencias de esos atentados, sus causas, sus efectos en las familias de las víctimas y en las de los terroristas, y sobre su propia experiencia tras seguir día a día los relatos en la vista oral. La entrevistadora le elogia a Carrèrre que su relato “tiene la virtud del buen periodismo: poner en cuarentena los prejuicios”, a lo que el escritor francés responde: “Hay dos tipos de periodistas: los que comentan y analizan la actualidad, y los que intentan ver y contar historias, encarnándolas en personajes. Yo pertenezco a esa segunda familia. Y, efectivamente, a lo largo del camino, llegas con unos prejuicios, los dejas de lado o los cambias por otros. Todos sabemos que el periodismo se ejerce en condiciones cada vez más precarias, con menos tiempo, espacio y dinero. Yo soy un privilegiado porque se me conceden condiciones de trabajo que hoy son excepcionales.”

Y terminamos con Luis Goytisolo, entrevistado por Sergi Doria en ABC CULTURAL con motivo de los 50 años de Recuento, la primera entrega de Antagonía, traducida ahora al inglés y entronizada por The New Yorker “entre los mejores libros y título capital de la literatura en español del siglo XX”. Le pregunta el entrevistador si considera que su obra ha sido bien tratada, a lo que Goytisolo responde: “Al principio obtuvo una buena recepción, pero luego he sido silenciado por intereses personales de algunos. Ahora la situación está cambiando. Sobre todo por la traducción norteamericana de Antagonía, con reseñas en New York Times y The New Yorker. También en Francia me trataban bien: me comparaban con Claude Simon”. Y añade su esperanza en que ese reconocimiento en EEUU le ayude a que la editorial Gallimard acometa la traducción al francés, en la que están interesados, pero con subvención de alguna institución española, pues el proyecto es caro. Así andamos.

                                                                                                     E. Huilson

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