El arte figurativo negro de Lynette Yiadom-Boakye
Tras su paso por la Tate Britain llega al Guggenheim de Bilbao.
Fíjense bien en ese cuadro. Es una figura negra, imaginada por la pintora, a la que no es posible ubicar en un tiempo concreto. Un hombre está relajado, sentado en un sofá rojo sobre un fondo de los mismos tonos, con la camisa abierta, los brazos reposados en cruz y la mirada dirigida hacia un punto exterior del cuadro. Lo pintó su autora, Lynette Yiadom-Boakye (Londres, 1977), mientras suena seguramente Skectches of Spain, el álbum que compuso el trompetista de jazz Miles Davis inspirándose en temas españoles como El concierto de Aranjuez, que es el que suele escuchar la pintora para trabajar en su estudio londinense. El cuadro se titula The Ventricular y formó parte de la mayor retrospectiva que se ha hecho de la artista hasta la fecha. Fue en la Tate Britain de Londres.
Ahora es el Museo Guggenheim de Bilbao el que acoge (hasta el 10 de septiembre de 2023) una gran exposición con más de 70 pinturas y dibujos de esta pintora pionera del arte figurativo negro bajo el sugerente título “Ningún ocaso tan intenso”. Una oportunidad única para disfrutar de una obra singular y de una pintora obsesionada por el color, la forma, la luz, la textura y el movimiento.
Sus figuras son ficticias, sacadas de su propia imaginación o inspiradas en fotografías y recortes de prensa. Lynette trabaja deprisa y de forma intuitiva, con cuadros terminados en ocasiones en un solo día. Personajes imaginados que, sin embargo, resultan familiares e íntimos. No dejan indiferente. Lo comprobamos en Londres. Busca la atemporalidad en sus cuadros. Y todos los óleos llevan un título poético porque la poesía y la escritura son para ella parte de su trabajo. En una entrevista realizada en 2015 por el crítico de arte suizo Hans Ulrich Obrist, con motivo de su exposición individual en la Serpentine Gallery de Londres, Yiadom-Boakye explicaba que cuando era joven pasaba mucho tiempo leyendo a Toni Morrison, Howard Jacobson, Patricia Highsmith, Chaucer, Shakespeare y James Baldwin, entre otros. E incorpora la escritura como parte de su obra: “Escribo sobre las cosas que no puedo pintar y pinto sobre lo que no puedo escribir”, ha dicho en alguna ocasión.
Se considera a Lynette Yiadom-Boakye una de las mejores retratistas de su generación. Estudió en la Central Saint Martins y la Royal Academy de Arte de Londres. Fue finalista del prestigioso Premio Turner en 2013 y ha sido galardonada con numerosos premios internacionales, como el Carnegie en 2018. Sus obras han sido expuestas en museos de Nueva York, Chicago, Londres, Francia y Estocolmo, entre otros, y se ha convertido en una estrella indiscutible del arte contemporáneo. En una venta de Christie’s en 2021 uno de sus enormes cuadros fue vendido por dos millones de dólares.
La artista encuentra más difícil dibujar que pintar, “porque cuando te acostumbras al color dejas de pensar en la línea, y volver al dibujo requiere un estado mental diferente; además, soy muy impaciente, y para dibujar hay que bajar el ritmo, no tener tanta prisa”, explica en una entrevista realizada por Ianko López para Vaniy Fair, con ocasión de la exposición de Bilbao.
Lo que le interesa a Yiadom-Boakye, señalan otros expertos de MasdeArte, es “estudiar hasta dónde le permiten llegar las gradaciones del color, la materialidad de los trazos y los métodos compositivos», y esa atención a lo técnico explica su evolución desde el trabajo con modelos vivos a la representación de figuras de su propia creación, por lo que «paulatinamente su estilo se ha hecho más espontáneo y expresivo y menos preciso”. Y esta información es precisamente lo que muestra su obra.
Por cierto, Lynette es la segunda artista más joven con una exposición individual en el Guggenheim, después de que la escultura donostiarra Cristina Iglesias abriera ese camino hace ya 25 años. Vayan a verla. No se la pierdan. No se arrepentirán.
Ana Amador
Las fotografías que ilustran este post fueron tomadas en la exposición Fly in League With the Night que se desarrolló en la Tate Britain londinense por la autora del artículo.
Siempre me ha atraído la cultura negra: su música y cine sobre todo y algo de literatura como la impresionante «Escupiré sobre vuestra tumba» o los «Cowboys negros». De la pintura no conocía nada así que aprovecharé esta exposición para satisfacer mis propios gustos. Gracias
Corrección: el título del segundo libro es «el ejército negro» de Servando Rocha y no cowboys negros».