Muchas formas de morir
Escribió Joan Manuel Serrat: “Si la muerte pisa mi huerto/quién firmará que he muerto/de muerte natural”. Y es que morirse es la cosa más natural del mundo. Pero hay formas y formas. Y no todas son placenteras, si es que a la muerte se la puede calificar como tal.
Si el personaje fallecido pasa a la historia y durante años ocupa lugar privilegiado en el trono de su arte, las elucubraciones, conspiraciones, exageraciones, falsedades o hipótesis descabelladas pueden convivir con estudios científicos, bases naturales o argumentos sólidos. Es lo que ocurre cuando nos preguntamos de qué murió Wolfgang Amadeus Mozart. La lista de males que acuciaron al compositor es tan grande que hay quien ha detectado hasta 400 causas de muerte. Vamos a citar unas cuantas: bronconeumonía, fiebre reumática aguda, triquinosis, infección renal, sífilis, púrpura de Henoch-Schonlein…. Y envenenamiento. Esta es la hipótesis más interesante de todas. No es real, pero sirve para jugar a Sherlock Holmes, o a Agatha Christie. Y yo me apunto, aunque tenga que disfrazarme con el sobretodo y la gorra de doble visera. La pipa y la lupa no hay que ponerlas de atrezo, pues las uso con frecuencia. Esta es la historia.
Corría el año de 1760 en la ciudad checa de Brno. El maestro de capilla de la catedral, Gotthard Pokorny, tenía una hija, de nombre María Magdalena, a quien su padre había introducido en el mundo de la música. Virtuosa del violín, la joven Magdalena complacía a la concurrencia ofreciendo bellos recitales en las jornadas festivas. Se casó con el diplomático austriaco Franz Hofdemel, que trabajaba en la delegación diplomática austriaca en Chequia. A poco de casarse, la pareja se instaló en Viena. La virtuosa del violín quiso seguir ampliando sus conocimientos musicales y comenzó a tomar clases de piano con el maestro Wolfgang Amadeus Mozart. La relación entre el famoso compositor y el diplomático Hofdemel se hizo intensa pues ambos pertenecían a la misma logia masónica. Tan intensa era su amistad que Mozart llegó a pedirle dinero en alguna ocasión para tapar sus muchas trampas que tenía casi siempre contraídas.
Mozart murió el día 5 de diciembre de 1791. Cinco días después, la señora Hofdemel fue víctima de la ira de su marido, quien la propinó una violenta paliza y la agredió con un cuchillo, provocándole heridas de grave pronóstico en cara y cuello. Eso ocurría el 10 de diciembre. Al día siguiente, Franz Hofdemel se suicidó en la misma habitación que había sido escenario de la violenta paliza a su esposa. ¿Qué ocurrió?
Al parecer, el señor Hofdemel conoció que su esposa estaba embarazada. Y sabía de las andanzas que se traía con su profesor de piano, algo que, al parecer, conocía toda Viena. El maestro de Salzburgo tenía esa fama: conquistar a sus alumnas entre compás y compás, tecla y tecla, partitura arriba, partitura abajo. Conocedor de esta picaresca forma de enseñar música, el marido de Magdalena fue proporcionando, poco a poco, agua tofana al músico, envenenándole sorbo a sorbo hasta que le provocó la muerte. Cinco días después de la desaparición de Mozart se desencadenó la tragedia en el domicilio del matrimonio Hofdemel.
Los periódicos vieneses de la época airearon la idea de que Mozart había muerto envenenado a causa de los celos de un marido despechado por una esposa que, además, esperaba un hijo, desde luego, suyo no. Y la noticia corrió de boca en boca por toda la capital austriaca. Incluso se dice que el entierro del maestro salzburgués se precipitó para evitar la autopsia.
El agua tofana lleva el nombre de Giulia Tofana, una envenenadora famosa de la isla de Sicilia que proveía de este líquido, aparentemente incoloro e insípido, a las mujeres que querían deshacerse de sus maridos por la vía rápida. Fue detenida por sus prácticas y ejecutada en 1659. De su composición poco se sabe, a lo sumo que contenía algo de arsénico y cimbalaria, una hierba muy frecuente en Europa que se utiliza para remedios medicinales caseros.
¿Qué pasó con la señora Hofdemel? Volvió a la ciudad de donde partió, Brno, con una importante pensión vitalicia que le otorgó la cancillería austriaca. El 10 de mayo de 1792 nació su hijo Johan Alexander. Desfigurada por las heridas que le provocó la agresión de su marido, dejó de tocar música en público.
Los científicos nunca dieron credibilidad a esta versión sobre la muerte de Mozart, aunque su viuda, Constanza, declaró en 1829 a los editores musicales ingleses Mary y Vicent Novello, que Amadeus llevaba seis meses antes de morir muy afectado por un mal que nadie supo tratar y que llegó a confesarle que le estaban envenenando. ¿Quién? ¡Cualquiera le dice a su esposa que el proveedor de la pócima era un marido despechado!
Gabriel Sánchez
El director de orquesta británico Neville Marriner dirige La Flauta Mágica (obertura), de Mozart: