Adulta a medias
He conseguido camuflarme en el mundo de los adultos. Trabajo todas las semanas, pago el alquiler y las facturas de la casa todos los meses. Separo blanco y color al poner la lavadora. Limpio el baño y no me olvido de pasar el trapo por detrás de la taza del váter.
Nadie sospecharía que esta adulta cena cereales noche sí y noche también. Y no de los Special K. Porque ser adulto también es poder elegir ser niño de vez en cuando.
PAULA