Todo con perspectiva
Siempre he sido una persona nerviosa. De pequeña me preocupaba mucho por hacer todos los deberes para el día siguiente y en mi adolescencia sufría las fechas de entrega con dolores de estómago y espirales de pensamiento pesimista.
Poco a poco, he ido aprendiendo que nada es tan importante como mi mente saboteadora me hace pensar. Y aunque echo de menos la libertad y falta de preocupación de unos años atrás (léase: antes de entrar en el mundo laboral), me agrada haber aprendido a mirarlo todo con perspectiva. Da gusto saber que no tengo que estar engrasando las tuercas para que el mundo siga girando. Y los emails urgentes para mañana.
PAULA
Buena filosofía 😘😘
Da gusto ver ese cambio de la cara tan preocupada, a la expresión de felicidad que nos trae la sensación de libertad para hacer lo que de verdad queremos. Enhorabuena!