Ben Lamar Gay – Open Arms To Open Us
Música para abrir cabezas de par en par.
El nuevo álbum del multi-instrumentista Ben Lamar Gay es una propuesta agresiva y dulce en la que el músico estadounidense desarrolla con libertad una especie de jazz que no llega a ser free pero que está intencionadamente alejado de cualquier convencionalismo. ‘Open Arms To Open Us’, editado en 2021 por International Anthem Recordin Co. (un sello originario de Chicago) está lleno de música para abrir cabezas de par en par.
No hay más que ver los créditos del disco para entender la riqueza sonora a la que uno se enfrenta cuando escucha a Ben Lamar. Desde la corneta a la cítara, pasando por el beat box, el órgano, los sintetizadores y el pandeiro, el músico, definido como «visionario» por el New York Times, cuenta con una paleta amplísima de sonidos para sus composiciones. Sumando a ello una voz cuyo intimismo recuerda en ocasiones a un Tom Waits rehabilitado, el resultado es un jazz de vanguardia lleno de ideas armónicas impredecibles, sonoridades “disonantes” y una cierta, con perdón, esquizofrenia orquestal.
Sin embargo, hay un elemento constante que subyace bajo el surrealismo sónico al que nos catapulta el artista desde el minuto uno: la importancia esencial del ritmo. Según él mismo el disco “trata del ritmo como una herencia de información –algo parecido al ADN”. Su experiencia en Alabama –visitando a su abuela en verano– fraguó en él la idea del ritmo como eco del pasado. La odisea auditiva del disco, poco apto quizás para los oídos menos acostumbrados a la incertitud armónica y melódica, se hace más amable gracias a este elemento, central a lo largo de todo el álbum.
La inventiva musical de Ben Lamar Gay es de otro planeta y su capacidad para transitar entre los géneros sin perder nunca la raíz jazz (que es de por sí la semilla para ese poder de mutación) hace de ‘Open Arms To Open Us’ un desafío a los cánones comerciales y a las mentes cerradas.
@sanchificatus
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Qué buen escribes, Guillermo. Sabes mucho de música y de músicos. Siempre me abres la cabeza de par en par a la música que, en mi ignorancia, no conozco. Merciiiii