El rincón de Paula

Jornada laboral y otros engaños

Yo me pregunto, ¿a quién se le ocurrió que el ser humano trabajase cinco días a la semana, jornadas laborales de ocho horas? ¿Alguien me lo explica?  

Una semana son siete días. Un día 24 horas. De esas 24 horas, tendríamos que dormir aproximadamente ocho (según los estudios de salud). Nos quedan 16 horas. De esas 16 horas pretenden que trabajemos ocho. Es decir que horas libres quedan otras ocho. Quitamos una del trayecto de ida y vuelta al trabajo. Siete. Hacer la cena, ducharse y recoger el cuarto. Seis. No quiero ni pensar teniendo hijos, los minutos deben de ir el doble de rápido. Vértigo. 

Es completamente absurdo. Según mis cálculos, pasamos la mayor parte del tiempo yendo, estando y volviendo del trabajo. Claro, así que aconsejan que trabajes en algo que te guste. Pero ¿y si lo que te gusta no te da de comer? Ahí mi problema. 

A mí lo que me gusta es leer, pintar, escribir. Que no me digan que una vida de vacaciones me aburriría porque es mentira, ese es mi sueño. ¿Qué quieres ser de mayor? Tomadora de sol profesional.  

Cinco días, cuarenta y pico horas… Bueno, yo en realidad trabajo treinta horas, cuatro días a la semana. ¡Pero como si fueran cincuenta, estoy agotada! 

PAULA

2 comentarios en «Jornada laboral y otros engaños»

  • Ciudad pequeña, costera y, en verano, los mediodías se usan para ir a la playa para un baño de agua salada y otro de sol. De nuevo al curro, pero ya es diferente.
    Te esperamos.

    Respuesta
  • La culpa de todo la tienen nuestros padres, esto es así. La que liaron por una miserable manzana, con lo bien que estarían en aquel paraíso tomando enormes cocos y rica miel tumbados al sol en playas blancas o interminables praderas. Un desastre bíblico, irreparable, sin justificación alguna!

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *