Iron Maiden – Killers

El disco que confirmó la versatilidad del heavy metal en Reino Unido

El segundo álbum de Iron Maiden, editado hace 40 años ya, es conocido por ser el primero del guitarrista Adrian Smith –aún con la banda– y el último de Paul Di’Anno debido a sus problemas con el alcohol y otras drogas. Después de la marcha del primer cantante de la banda llegaría Bruce Dickinson que ha permanecido en ella hasta el día de hoy, llegando a convertirse en piloto para llevar el avión del grupo de un país a otro.

Sin embargo, hay una amplia minoría de fans de los Maiden que sigue prefiriendo la crudeza y el sonido hard-rock y carente de florituras operísticas de Di’Anno que caracteriza los dos primeros lanzamientos del grupo. En una época en la que el concepto de NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal) se estaba empezando a gestar, los ingleses todavía tenían muchos dejes estilísticos provenientes de los estilos que impulsaron el metal pesado. La voz cantante, algunos riffs y canciones como “Prodigal Son” o “Drifter” son buena prueba de ello.

El disco está escrito casi en su totalidad por el bajista, líder e ideólogo de la banda Steve Harris, cuya manera de tocar el bajo con tres dedos terminaría siendo una de las características más reconocibles de la música de Iron Maiden. El trabajo que hay a nivel instrumental en ‘Killers’ es notable tanto en los cortes sin letra como “The Ides of March” o “Genghis Khan” como en los interludios a dos guitarras en el resto de temas.

La precisión con la que están ejecutados la mayoría de los arreglos entre batería, bajo y guitarras es de admirar y solo se aprecia algo de esfuerzo en la rápida “Purgatory”. Sin embargo, la habilidad musical de los integrantes no es el único ingrediente del potente sonido de la banda. La producción de Martin Birch –que había trabajado como ingeniero y productor con grupos de la talla de Deep Purple, Rainbow, Black Sabbath o Whitesnake– juega un papel importante a la hora de crear ese “wall of sound” por el que más tarde sería reconocido el género.

@sanchificatus

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