El sol londinense
Un sol blanquecino que a ratos se burla de mi sangre del sur de Europa. Un sol que se ríe de los confiados que salen de casa en manga corta, sin más abrigo que la esperanza de que hoy sí haga calor.
El sol londinense me ha enseñado a ser paciente y a no fiarme de las apariencias.
El sol londinense no broncea, pero sí quema.
El sol londinense… ¡manda huevos!
PAULA
Se entiende perfectamente, tenéis mucho mérito los que soportais la grisura de ese clima. ¡Ánimo, pronto llega el verano!