Potingues
Todas las noches llevo a cabo mi rutina de cuidados faciales. El marketing funciona y yo soy adicta a los productos que prometen belleza de por vida. El sérum, mi pequeño lujo.
Qué le voy a hacer, me gusta mimarme. Cuanto más resplandeciente esté la cara al acostarme, mejor. Mi novio se queja, y es que le deslumbro con tanto brillo. Él dice que no, que es que lo pringo todo.
Agua micelar, jabón de cara, ácido glicólico, escualano vegetal, retinoide, crema hidratante… Tanto potingue y ¿para qué? Para que acabe en la cara de mi novio. No sé yo, pero él va a tener una piel sanísima.
PAULA
Está genial compartir la belleza con tu novio de esta forma, bueno para los dos…