Leon Bridges – Good Thing

En 2018 Leon Bridges sacó su segundo disco –titulado ‘Good Thing’– un compendio de canciones soul con influencias que van desde Sam Cooke hasta Van Morrison.

El trabajo, que consta de diez cortes, es un recorrido por las distintas formas que puede adoptar un género que ha influido a múltiples estilos de música desde su aparición a mediados del siglo XX. La voz de raíz gospel de Leon narra historias que hablan del amor, la promiscuidad y la superación personal sobre instrumentales más bien minimalistas de diversa índole en las que la guitarra, el instrumento en el que se apoya el cantante para crear sus canciones, se erige como protagonista. 

Esta predominancia de las seis cuerdas en las producciones del álbum hace que el término rhythm and blues resuene con fuerza a la hora de etiquetar la música de un artista nacido en Atlanta pero criado en Texas. Con la ayuda del guitarrista Nate Mercereau y el productor Ricky Reed, el cual ha trabajado con artistas de la talla de Jason Derulo, el cantante ha conseguido dar un salto de nivel desde su primer trabajo ‘Coming Home’ para crear un estilo más personal a la hora de ejecutar sus composiciones, cuyas raíces descienden a lo más profundo de la música negra estadounidense. 

Cabe mencionar la sutileza y el buen gusto en la producción de la parte vocal del disco. En un género en el que se premia el despliegue melismático de una frase o de una onomatopeya, Leon Bridges consigue equilibrar con maestría el empleo de coros y los ritmos medidos de las letras con la libertad expresiva característica de esta manera de cantar. A nivel lírico, es interesante recalcar la influencia de la cultura hip hop en las estructuras de los temas del tejano. Para un cantante de soul nacido en 1989 supone un trasvase de ida y vuelta, ya que en un primer momento fue el estilo urbano el que bebió de la música que hoy reivindica el artista.

GUILLERMO S.A.

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