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Peludas y Poderosas

Quedas con tus amigas en la piscina. Os pedís perdón porque “traigo unos pelos…”. Ninguna os habéis depilado. O por pereza o por falta de tiempo o porque no os salía del santísimo. El caso es que pedís perdón. Es probable que te dé igual tener dos, tres, o cuarenta pelos en las piernas, pero aceptar que te da igual en un espacio público tiene connotaciones negativas. Es como decir me da igual estar sucia, oler mal, ser marimacho. Me da igual no gustar, seré una amargada. A lo mejor lo que te tendría que dar igual es lo que piensen de ti. Pero qué difícil se nos hace. 

Entro en Instagram y busco el perfil de Marissa Malik (@mariimals), una astróloga y DJ que hace poco más de un año se hizo viral por una foto en la que se veía el vello de su abdomen, sus ingles y sus piernas. Que sí, que a mí me gusta cabrearme sola leyendo comentarios de gente que no conozco online. Pero es que telita.

Fotos del Instagram de Marissa Malik

En la sección de comentarios hay de todo: desde los que tienen un fetiche de pelo en las mujeres (raritos, pero no hacen daño a nadie), chicas jóvenes que agradecen a Marissa por enseñarles a apreciar sus cuerpos con pelo, y cómo no, los que se ofenden al ver vello en el cuerpo de una mujer. Y es que en la cabeza vale tener pelo, de hecho cuanto más mejor. Pero en el resto del cuerpo hay que parecer un delfín. 

Reflexiono y pienso en el poder que tenemos las mujeres para generar un sentimiento de odio y asco tan profundo que remueve los estómagos de gente que no conoce ni nuestro nombre. Y lo único que tenemos que hacer es no depilarnos. Es bastante increíble, inspirador incluso. Un acto de rebelión tan simple y fácil de llevar a cabo. No parece nada extraordinario ni activismo, pero en una sociedad como la nuestra el no depilarse siendo mujer se convierte en un gesto radical. Nunca había sido tan fácil ser radical. ¿Que no tengo que sufrir tirones de cera, cortes de cuchilla, pelos enquistados? Maravilloso. 

Si analizamos algunos de los comentarios, llamémoslos críticas por otorgarles algo de sustancia, salta a la vista la ignorancia (¿lavado de cerebro?) de algunos comentaristas. Existen varias ramas de la “ideología anti-pelo”. Están los que asumen falta de higiene, los que quieren que sus parejas sexuales no tengan textura alguna y se asemejen más a una muñeca hinchable que a una mujer, los que insultan comparando a la mujer con diferentes animales. Hombres que con barbas que les cubren la mitad de la cara se quedan tan a gusto al decir que el pelo trae malos olores y bacterias. Hombres que necesitan una o dos sesiones de terapia. Mujeres que también. Las que no han cuestionado nunca la tortura a la que se someten al hacerse la cera. Las que saben que aquí hay gato encerrado, pero quieren gustar (os entiendo). Las que toman como insulto el amor propio de otra mujer. 

¿Quién decidió equiparar el vello en el cuerpo de la mujer con la falta de higiene? ¿Por qué es el cuerpo depilado sinónimo de feminidad/atractivo/pureza? Igual hay algo turbio que se ancla en el supremacismo blanco y la pedofilia, pero bueno, eso quizá lo dejemos para otro momento. Muchos no están preparados para esa conversación.

Salgo de la sección de comentarios y le doy “Me Gusta” a la foto. La comparto en mi historia de Instagram como diciendo “yo celebro el vello en el cuerpo de las mujeres”. Lo hago a través de Marissa Malik y no a través de mi propio cuerpo. Quizás aún no esté preparada para asumir el rol de feminista peluda. Aun siéndolo, hay una pequeña diferencia entre serlo en la ducha y serlo ante los demás. Pero poco a poco voy aceptando mi cuerpo depilado o sin depilar. Se acerca el buen tiempo que trae camisetas sin mangas, vestidos y pantalones cortos y a mí cada vez me da más pereza depilarme. ¿No seré yo accidentalmente radical? 

PAULA SÁNCHEZ AMADOR

2 comentarios en «Peludas y Poderosas»

  • Aunque lo reconozco, estoy a años luz de ser feminista peluda, y confieso que de adolescente criticaba a las turistas germanas que no se depilaban..
    Millones de bravos por tu relato Paula..sin duda provoca que te cuestiones muchas cosas!

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    • Tacones, maquillaje, ropas, depilaciones, dietas… Imposiciones culturales sobre la mujer.
      Muy bien.

      Respuesta

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