Paul McCartney – III
A finales de 2020, un año que será recordado por el confinamiento y la soledad compartida, Paul McCartney sacó III, un disco compuesto en su totalidad por él y en el que se ocupa de tocar todos los instrumentos. Sí, has leído bien. Paul canta y toca la batería, el bajo, la guitarra y los sintetizadores en todos los cortes del trabajo. Si no estuviéramos hablando de uno de los integrantes de los Beatles, este álbum podría parecer el de un genio anónimo con ganas de comerse el mundo, pero abocado a la austeridad de la autoproducción.
Si este trabajo hubiera sido lanzado por un artista emergente y desconocido, estaríamos invocándolo como revelación musical del año, pero McCartney nos tiene acostumbrados a una calidad que, por ser uno de los cuatro de Liverpool, corremos el riesgo de pasar por alto. III consta de 11 canciones con el sello del británico pero con una enorme cantidad de recursos de lo más actual. Las guitarras acústicas y las melodías vocales minimalistas se entremezclan con capas de sintetizadores, efectos de guitarra psicodélicos que recuerdan a The Black Keys y grooves que bien podrían estar en las listas más comerciales del pop actual, como siempre influido por la música negra norteamericana.
La mayoría de las composiciones duran en torno a los 3 minutos, ajustándose al inmutable canon de la música popular, y en algunos de los temas largos como “Deep Deep Feeling” o “Deep Down”, aunque las letras se compongan de solo tres o cuatro estrofas, el abanico de maneras que tiene Paul de cantar una misma frase hace que en ningún momento se vuelvan aburridas o repetitivas.
El decimoctavo disco del inglés es una concatenación de singles apta para los oídos más pacientes que le siguen desde siempre, pero también para los más acostumbrados a la fugacidad de la música actual. Puedes escucharlo en el sofá de casa mientras te relajas o bailártelo sensualmente con alguien de pe a pa.
GUILLERMO S.A.
Enlace de Spotify
Imagen portada disco: Mondonosoro
Totalmente de acuerdo, sin duda un muy buen disco (como su anterior «Egypt Station» del 2018, también muy recomendable de escuchar). Suenan a un McCartney queriendo romper su propio estereotipo musical con una apuesta algo diferente.
En todo caso, me gustaría (con permiso) citar su disco «New» del 2013, que a mí me gusta más, quizás, porque creo que es más «McCartney».
La escucha cronológica de estos tres discos nos puede dar una idea de la evolución final de este grande que tanto ha aportado a la música desde los 60´s.
Buen ítem!, Guille.
Besos!!!
Esto si es una buena noticia para cualquier aficionado al rock, y con el debido respeto diré que algo más para los viejos roqueros que vimos nacer y crecer a este adolescente, ahora caballero, que nos ha regalado canciones buenísimas y alegres a lo largo de «toda» nuestra vida. Que se dice pronto!
Gracias por esta información que nos permite disfrutar de nuestro ídolo vivo en plena pandemia.