Ombligo: banda sonora para una película que no existe
Banda sonora para una película que no existe es el título del primer álbum de Ombligo, la banda formada por el dúo madrileño de Ana Sobrino y Ángel Cáceres. El disco, lanzado por Entrebotones y de cuyo artwork se ha encargado el ilustrador @torre.pentel, consta de quince cortes de diversa índole y es la primera referencia del grupo.
La carta de presentación de Ombligo, en una época tan difícil para la gente que vive de la música, supone todo un viaje a lomos del atrevido eclecticismo que caracteriza a sus dos componentes. Con la base de una guitarra y un violín, el grupo propone una fusión de folk, manouche y actitud punk que, gracias a la voz de Ana y el silbido de Ángel, se carga de un aura de misticismo. Estoy seguro de que este disco se convertirá para mucha gente en la banda sonora de un viaje en metro, una reunión de amigos en torno a unos brebajes en casa o una madrugada entre bailes que nunca termina.
El trabajo es prácticamente instrumental pero canciones como “Niña de la selva” o “Aire” cuentan con letras igual de interesantes y pegadizas que las melodías que pueblan el disco. Se nota el detallismo en los arreglos y la búsqueda de un estilo propio. El disco cuenta con la participación de un gran elenco de músicos, que enriquecen las composiciones del dúo y que muchas veces les acompañan en directo. El lanzamiento está acompañado de un videoclip en dos partes que pone imagen e hilo narrativo a canciones cuya interpretación queda abierta debido a su carácter instrumental.
Si te gustan la experimentación, las sorpresas y los instrumentos de cuerda, Banda sonora para una película que no existe hará que pases casi una hora en una dimensión paralela.
Aquí tenéis el Enlace de Spotify
GUILLERMO S.A.
Me gusta mucho este tipo de músicas y estos chicos suenan genial. Y añado una tontería personal, siempre me gustaron las canciones en las que se silba así de bien.
Gran música que además cumple una posible función: convertir en susceptible de película la vida de aquel o aquella que la escucha. De momento ya ha sonado mientras escapaba en coche de la policía una madrugada de hace unas noches y el otro día cuando una bella mujer se iba a la cama con otro bello hombre, amigo de amigo, tras comprobar que debido a mi embriaguez no iba a ser capaz de hacer mucho. Espero suene y complemente más momentos de mi vida, y no solo de la mía, pues hay gente por ahí que no existe todavía que necesitará una banda sonora.